Legiones romanas: el brutal castigo que se aplicaba a traidores, desertores o cobardes
El ejército romano fue uno de los más grandes y poderosos de la historia. Los cuerpos de infantería pesada, más conocidos como “Legiones romanas”, fueron un movimiento armado que marcó modelos de comportamiento. Sin embargo, aquellos soldados que no cumpliesen con órdenes de superiores o desertaran en una batalla, eran condenados a un brutal castigo: la Decimatio.
Funcionamiento del castigo
La reprimenda funcionaba de una manera feroz: se creaban grupos de 10 desertores, y 9 de ellos debían masacrar de la forma que sea al restante, como ejemplo para el resto del ejército. El condenado era elegido al azar: aquel que tomase la paja más corta de todas era asesinado por sus compañeros a pedradas o a golpes con un palo, conocido como fustuarium.
Castigos restantes
Quienes evitaban el brutal castigo obtenían cebada en lugar de trigo, y recibían un correctivo menos firme, a la intemperie del campamento de soldados, hasta que los superiores considerasen que sus ofensas habían sido saldadas. La reprimenda, uno de los peores castigos que se podía recibir, no funcionaba solamente para legionarios, sino que también incluía a centuriones y suboficiales.