El terrorífico destino de la Atlántida desconocida
En 1970, Stuart Bacon, buzo y arqueólogo marino, se sumergió en la costa inglesa en busca de una leyenda. Los locales decían que en aquellas aguas había una Atlántida sumergida. Stuart comprobó que los rumores eran ciertos, al descubrir una gran cantidad de estructuras medievales que daban cuenta de que allí se había levantado una gran ciudad.
Un puerto medieval
Investigaciones posteriores determinaron que se trataba de la ciudad de Dunwich, la cual había prosperado a partir del año 1089 y fue uno de los puertos más importantes del reino en la Edad Media. Los expertos descubrieron además algunas pocas ruinas en la costa que se habían salvado del hundimiento, el cual comenzó a partir de 1282 luego de una serie de fuertes tormentas.
Triste destino
A las inclemencias del tiempo, se sumó en 1348 la Peste Negra, la cual mató a muchos de sus habitantes. La pesca cesó y el puerto quedó en desuso. La gente emigró y la ciudad poco a poco fue engullida por el mar, hasta que los últimos vestigios quedaron bajo el agua en el siglo XIX. Las leyendas dicen que, hoy en día, aún se escuchan las campanas de la iglesia sonando bajo el agua.