El hallazgo de las tumbas más antiguas de la prehistoria podría reescribir la historia de la evolución humana
El paleoantropólogo estadounidense Lee Berger lidera un equipo científico que asegura haber descubierto, en Sudáfrica, las tumbas más antiguas de la prehistoria jamás halladas hasta el momento.
Inhumaciones de homínidos
Según informó el equipo de científicos, mediante las excavaciones comenzadas en 2018, se llegó hasta los restos fosilizados de varios homínidos, primos lejanos del hombre moderno, acomodados en posición fetal dentro de nichos que se hallaron al final de una red de galerías subterráneas, a unos 30 metros bajo tierra.
“Se trata de las inhumaciones de homínidos más antiguas de los que se tiene constancia, anteriores en al menos 100.000 años a las inhumaciones de Homo sapiens”, detallaron los científicos a través de una serie de informes que aguardan la revisión de otros colegas, antes de ser publicados por la revista científica eLife.
Cerebro más pequeño
El grupo de sepulturas ovaladas, fue descubierto en el yacimiento paleontológico “Cuna de la Humanidad”, al noroeste de Johannesburgo, un sitio repleto de cuevas y restos fósiles prehistóricos, declarado Patrimonio Mundial por la Unesco.
En el interior de las tumbas, los científicos descubrieron huesos fosilizados de Homo naledi, un primo lejano del Homo sapiens que poseía un cerebro del tamaño aproximado al de una naranja.
Reescribir la evolución humana
Hasta ahora, las sepulturas más antiguas jamás descubiertas, especialmente en Oriente Medio y Kenia, datan del año 100 mil antes de Cristo, aproximadamente, aunque allí sólo se encontraron restos de Homo sapiens, antepasado directo del hombre moderno.
Las tumbas descubiertas en Sudáfrica están datadas entre los años 200 mil y 300 mil antes de Cristo, y fueron halladas junto con distintos símbolos geométricos, como líneas y cruces, lo que significa que “los humanos no son los únicos que han desarrollado prácticas simbólicas, sino que es posible que ni siquiera hayan inventado ese comportamiento”, según Lee Berger.