Descubrieron el secreto que mantienen en pie las antiguas construcciones de mayas y romanos
Varios estudios científicos han revelado la composición de los materiales utilizados por ingenieros y albañiles en la construcción de edificios de civilizaciones antiguas, como los romanos y mayas. Estos ingredientes son los responsables de la asombrosa durabilidad de estas estructuras a lo largo de milenios.
Ingeniería inversa mejorar la modernidad
Entre los elemento que usaron los mayas y antiguos romanos, se incluyen la corteza de árbol, ceniza volcánica, arroz, cerveza e incluso orina. Estos ingredientes podrían ser clave para la capacidad de las construcciones antiguas de fortalecerse con el tiempo y, de manera sorprendente, "reparar" las grietas que se forman en ellas.
A través de ingeniería inversa, que implica el análisis de fragmentos y materiales de edificios antiguos, la revisión de textos históricos y la experimentación con fórmulas recreadas, los científicos han desentrañado los secretos detrás de la durabilidad de estas estructuras milenarias. Esto es especialmente notable en comparación con el hormigón moderno, que generalmente tiene una vida útil de solo 50 a 100 años.
El misterio de los romanos
Los constructores del Imperio romano empleaban un tipo de hormigón que ha resistido el paso del tiempo de manera impresionante. Su durabilidad es tal que, incluso en lugares expuestos al agua de mar durante siglos, se conserva "básicamente como estaba cuando se vertió hace 2.000 años", según señala John Oleson, arqueólogo de la Universidad de Victoria en Canadá.
La increíble capacidad del antiguo material de hormigón para autorepararse se debe, en parte, a los pequeños fragmentos de cal que están incrustados en toda la estructura en lugar de mezclarse uniformemente. Cuando se forman grietas, el agua puede infiltrarse en el hormigón y activar las partículas de cal restantes, desencadenando reacciones químicas que permiten llenar las áreas dañadas.
Maestros ancestrales
En Honduras, albañiles locales sugirieron a los investigadores la inclusión de extractos de árboles autóctonos de chukum y jiote en la mezcla de cal. Esto dio como resultado un yeso especialmente duradero contra los daños físicos y químicos. De esta manera, el yeso utilizado por los mayas pudo imitar la resistencia de estructuras naturales, como conchas marinas, y adquirir parte de su durabilidad.
En la construcción de la Gran Muralla y la Ciudad Prohibida en China, se han encontrado restos de almidón de arroz pegajoso en el mortero utilizado. Además, en estructuras sobrevivientes de otras civilizaciones antiguas se han descubierto una variedad de materiales naturales mezclados, como extractos de frutas, leche, cuajada de queso, cerveza e incluso estiércol y orina. Los constructores de la época empleaban una amplia gama de ingredientes en la construcción, y los edificios que han perdurado hasta hoy son como un resultado de selección natural.