Así vivían realmente los vikingos
En la cultura popular, la imagen de los vikingos es la de feroces guerreros, y hasta piratas, implacables. Pero más allá de su faceta guerrera, los vikingos también fueron granjeros, comerciantes y marinos que salieron de su Escandinavia natal, buscando nuevos territorios para establecerse.
La familia vikinga
Es cierto que los vikingos fueron grandes saqueadores, que asaltaban poblados enteros por sorpresa, pero de vuelta en casa, su vida giraba en torno al trabajo en la granja. Ese era su núcleo económico y social. En el mundo vikingo, la familia era lo más importante: El dueño, su esposa y sus hijos, los abuelos y los hermanos menores que permanecían solteros. Para la gran mayoría este grupo familiar ofrecía seguridad, comida y cobijo.
El rol de la mujer
En sus granjas, los vikingos organizaban banquetes, disfrutaban de los cantos de los poetas y tenían espectáculos de lucha. La mujer tenía los mismos derechos legales que los hombres, pero no podía decidir con quién quería casarse, ya que el matrimonio era ante todo un contrato social, que permitía a las familias vikingas establecer alianzas con otras familias.