Vengadores judíos: el clan que persiguió y cazó a los nazis
El grupo Nakam, integrado por judíos sobrevivientes de los campos de concentración, juró venganza por los crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial. El objetivo fue claro: asesinar a seis millones de alemanes, uno por cada judío asesinado. Para lograrlo, intoxicaron las aguas de las principales ciudades de Alemania y envenenaron con arsénico a miles de ex jerarcas nazis.
La organización estaba compuesta por casi 50 conspiradores, donde participaban ex miembros de la resistencia judía y partisanos que habían luchado contra los nazis desde el gueto de Vilna, en Lituania, y desde los bosques cercanos a la ciudad. Después de la guerra, las guerrillas se reconstituyeron en Bucarest, Rumania, y adoptaron el nombre del “Nakam”.
Sus miembros creían que los genocidas alemanes no habían sido castigados por sus crímenes, ya que para el funcionamiento de ese gran mecanismo de exterminio se necesitaron a miles de personas: operarios, vigiladores de los campos de concentración, administradores en los guetos, conductores de trenes que transportaran a los campos.
Para los integrantes de Nakam todos los colaboradores eran culpables y cada uno de ellos debía recibir venganza. Entonces se dispusieron a rastrear y planificar la ejecución de sus torturadores, ya que habían visto morir a sus familiares, presenciaron cómo se intentaba destruir su identidad, y hasta fueron testigos de cómo sus carceleros quedaban libres.
Varias de sus historias fueron reveladas en el documental de 2018 de Avi Merkado-Ettedgui, “Vengar el mal”, donde algunos de sus protagonistas se pronunciaron sobre su accionar. En una entrevista a The Associated Press en 2016, uno de los miembros del movimiento, Joseph Harmatz, expresó: "Matar alemanes. Tantos como fuera posible”.
Fuente: lanacion.com.ar (Catalina Bontempo)
Imágenes: Shutterstock / Wikimedia Commons / haaretz.com