Traiciones y secretos por la autoría de la estatua que llegó a la Luna hace 46 años
En 1971, durante la misión Apolo 15, David Scott, comandante de la misión, colocó sobre la superficie lunar una estatuilla del artista belga Paul van Hoeydonck, junto a una escultura en homenaje a los astronautas caídos, que terminaría siendo el centro de una historia de traiciones y secretos.
Todo comenzó cuando, semanas antes de partir al espacio, David Scott se reunió secretamente con Paul van Hoeydonck en un restaurante. Por entonces, el comandante propuso al artista la creación de una pieza para homenajear a los astronautas caídos en anteriores misiones espaciales.
Con un pacto de caballeros, establecieron jamás hablar sobre lo que allí discutieron: Scott le encargó una estatuilla pequeña, sin rastros de género ni etnia, elaborada con materiales que pudieran soportar las inclemencias de la superficie lunar.
Paul van Hoeydonck aceptó inmediatamente el desafío, aunque hoy, casi medio siglo más tarde, su versión y la del comandante difieren: Scott asegura que pactó el absoluto anonimato en cuanto a la autoría de la estatuilla; el artista dice que eso nunca sucedió.
Finalmente, el 26 de julio de 1971, la misión Apolo 15 partió hacia la Luna y, algunos días más tarde, sin que sus compañeros lo supieran, Scott colocó la estatua y una estela en donde figuraban los nombres de 14 cosmonautas fallecidos en el espacio.
Scott tomó una fotografía de ambos objetos con el propósito de publicarla a su regreso. Sin embargo, nadie supo de ella hasta 1972, cuando en el marco del lanzamiento de la misión Apolo 16, el periodista Walter Cronkite hizo mención a ella.
Entonces, repentinamente, van Hoeydonck realizó varias apariciones públicas, diciendo que él era el creador de la estatuilla y que tenía 950 réplicas para vender a 750 dólares cada una. Scott se opuso enfáticamente y negó cualquier derecho sobre la pieza. Al día de hoy, el artista dice haber vendido tan sólo una réplica, por muy poco dinero.
Fuente e imagen: infobae.com