Iluminar las calles con luciérnagas: la bioluminiscencia ya se pone a prueba en las ciudades
Las compañías que investigan y desarrollan tecnología de bioluminiscencia llevan varios años de trabajo, a tal punto, que hoy son muchas las ciudades e instituciones del mundo que estudian su pronta implementación en espacios públicos.
Así, es posible que en poco tiempo algunos sectores de las ciudades y los grandes conglomerados del mundo se vean iluminados por el mismo tipo de bacteria que permite el fulgor de animales tales como los calamares del Pacífico.
¿Qué es la bioluminiscencia?
La bioluminiscencia es en términos tecnológicos pura ciencia: se trata de una reacción bioquímica que se manifiesta a través de la luz y en la que interviene como factor principal una enzima llamada luciferasa, una proteína conocida como luciferina y el oxígeno.
El fenómeno de la bioluminiscencia es compartido por aproximadamente el 76 por ciento de las especies marinas, como peses, calamares y algas, aunque también alcanza a animales terrestres, como luciérnagas o algunos gusanos.
Del reino animal a las ciudades
El desafío tecnológico que propone llevar el fenómeno de la bioluminiscencia desde los océanos a las ciudades, ha sido afrontado por investigadores científicos en colaboración con empresas e instituciones públicas.
Una startup francesa, llamada Glowee, propone emplear el cultivo de microorganismos bioluminiscentes en tubos sellados para desarrollar un tipo de linterna que funcionaría como un pequeño acuario a escala.
El plan consiste en cultivar la bacteria marina Aliivibrio fischeri, más precisamente la que permite brillar al calamar bobtail hawaiano, entre otros animales, activándola mediante una mezcla de nutrientes básicos y oxígeno, para que brille, y desactivándola mediante el corte del suministro de aire, para apagarla, sumiendo a las bacterias en un estado anaeróbico.
Otros proyectos similares
Son muchos los proyectos que pretenden llevar la bioluminiscencia a las ciudades, como el de las universidades de Columbia y Sevilla, que se encuentran desarrollando dispositivos de iluminación ambiente soportados por las bacterias Vibrio fischeri y algas Pyrocytus.
Proyectos como el de The Glowing Plan Project, iniciado en 2017, investigan el modo más eficaz de reemplazar las farolas y luminarias de las calles mediante la creación de plantas bioluminiscentes.
Otras iniciativas, como la de un equipo científico que publicó sus avances en la revista científica Nature Biotechnology, emplearon genes de hongos para crear plantas bioluminiscentes capaces de brillar mucho más y durante más tiempo.
Bioluminiscencia en acción
Actualmente, en Yvelines, Francia, se están realizando pruebas de iluminación bioluminiscente en un poblado llamado Rambouillet, que incorporó algunos tubos luminosos desarrollados por la compañía Glowee.
Otras 40 ciudades, entre Portugal, Bélgica y Suiza, ya se han puesto en contacto con las compañías que desarrollan tecnología bioluminiscente, y la Comisión Europea ha destinado grandes sumas de dinero al desarrollo de este fenómeno.