Gran hito cuántico: Google logra un salto tecnológico que cambiará el mundo
El gigante tecnológico Google presentó lo que considera su segundo hito en la carrera hacia la creación de un ordenador cuántico, es decir, una nueva tecnología capaz de resolver problemas inabarcables incluso para los ordenadores más poderosos actualmente existentes.
Más allá de la supremacía cuántica
Según publica la revista científica Nature, el salto tecnológico logrado por Google representa una continuidad en la denominada "supremacía cuántica", que se logró a mediados de 2019, y si todo avanza bien, el mundo dispondrá de un ordenador cuántico antes del fin de la década, aunque su salto del laboratorio a un uso generalizado podría demorar aún más.
Según detalló Google, el primero hito cuántico fue la supremacía cuántica, cuando, por primera vez, un ordenador cuántico logró resolver un problema inviable incluso para los ordenadores clásicos más poderosos; el segundo hito acaba de cumplirse, con la reducción de las tasas de error generadas en la computación cuántica, un aspecto imprescindible para que esta tecnología desarrolle una verdadera industria.
El próximo hito
Google Quantum AI también detalló que el próximo y tercer hito cuántico debería ocurrir antes del año 2025, a menos que otras compañías en competencia, como IBM o Microsoft, logren hacerlo antes, cuando, además, el método conseguido para disminuir la tasa de error pueda escalarse a grandes equipos.
En el campo de la computación cuántica, las unidades de información básica, equivalentes en algún sentido a los bits digitales, se convierten en cúbits, o bits cuánticos, que pueden adquirir estados más allá del binario digital de unos y ceros, de acuerdo a las complejas leyes probabilísticas de la física cuántica.
Manipulando cúbits
Manipular cúbits de tal modo que resuelvan una tarea, es un desafío excepcional, según explica Sundar Pichai, director ejecutivo de Google: "los cúbits son tan sensibles que incluso una luz parásita puede provocar un error de cálculo. Y este problema es tanto más grave cuanto más grande es el ordenador cuántico".
Así, el método para solucionar este impedimento es agrupar múltiples cúbits físicos, que no pueden ser tratados individualmente, para crear lo que se llama un "cúbit lógico", es decir, aquel capaz de detectar y corregir errores para que la información quede resguardada y, de este modo, la computación cuántica no se base en cúbits solitarios, sino sobre agrupaciones.