El mayor fracaso de Thomas Edison: una muñeca que habla
Tomas Alva Edison no sólo patentó 1.093 ideas, sino que además dejó una marca inigualable en distintas industrias, creó el primer laboratorio de investigación, inventó el fonógrafo y la cámara de filmación. Sin embargo, uno de sus mayores errores fueron unas muñecas parlantes, que diseñó y produjo a finales del siglo XIX, cuya fabricación debió ser detenida meses más tarde.
Las muñecas de Edison, llamadas “Mis monstruitos”, medían 56 centímetros y pesaban aproximadamente dos kilos; sus extremidades articuladas estaban compuestas de madera y sus cabezas eran de porcelana. La idea del inventor estadounidense representó el primer intento de reproducir sonido con fines de entretenimiento y fue precursor en la generación de empleo en ese campo.
Pero, poco tiempo después de su lanzamiento público, uno de sus distribuidores de Boston, Horace Partridge & Co., le informó a Edison que se estaban devolviendo una gran cantidad de sus muñecas, ya que algo no estaba bien: la manivela se salía, el cilindro de cera se dañaba y el sonido perdía calidad, generando una ruido que causaba miedo a los niños.
Durante las semanas siguientes, los reclamos se fueron acumulando, por lo que Edison decidió retirarlas del mercado. Se estima que en total fueron vendidas unas 500 muñecas, lo cual hace que sean un objeto de colección muy valioso. Según los registros de la fábrica de West Orange, unas 7.500 fueron producidas en total.
Edison resolvió los problemas técnicos y relanzó una versión mejorada, pero las muñecas habían resultado muy caras –entre 10 y 20 dólares, equivalentes a 250 y 500 dólares actuales-, por lo que sus compradores no se mostraron interesados. La Edison Phonograph Toy Manufacturing Company no logró refinanciarla para completar el proyecto, ya que sus deudas eran muy altas.
Fuente: infobae.com
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