El extraordinario avión supersónico de la NASA
Después de más de tres décadas de desarrollo, X-59, el primer avión supersónico experimental de la NASA, alcanzó su etapa final. Se trata de un novedoso sistema de aviación civil que a través del diseño Quiet Supersonic Technology (QueSST), alcanzará velocidades supersónicas con un consumo de combustible considerablemente menor que el de aviones predecesores, como el célebre Concorde. Además, logra reducir drásticamente la explosión de sonido, haciendo viable su circulación sobre regiones pobladas.
Su diseño, en apariencia exótico, es crucial para lograr la reducción del sonido que se produce al viajar a velocidades supersónicas, dado por una onda de alta presión que genera un cono peligroso por su capacidad destructora. En tal sentido, la NASA estudia las explosiones supersónicas desde la década de 1970 para desarrollar aeronaves más seguras y silenciosas. Así, el X-59 fue concebido con un ancho de alas de 9 metros, un motor situado en la parte superior, y los canards ubicados de manera distinta a los aviones convencionales.
Con un costo superior a los 247 millones de dólares, el avión supersónico de la NASA se alista para las últimas pruebas antes de comenzar a sobrevolar algunas regiones de Estados Unidos. Durante estas pruebas, sensores y especialistas en tierra evaluarán su performance para más tarde establecer una nueva serie de normativas que rijan los vuelos supersónicos comerciales. Al día de hoy, este tipo de vuelos sólo se permiten sobre las zonas oceánicas.
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Imágenes: Shutterstock / NASA