El comportamiento que todos adoptamos cuando nos perdemos es predecible

La tecnología, y en particular el GPS, han hecho que perderse sea una sensación olvidada ya que basta con mirar la pantalla del celular para volver a orientarse. Sin embargo, cuando alguien se extravía en medio de un bosque, un desierto u otro espacio abierto en donde no hay señal, el pánico suele ser la respuesta instintiva.  

Los especialistas explican que al perderse, los seres humanos experimentan una reacción primitiva e irracional que no les permite pensar con claridad. La teoría es que este comportamiento se relaciona con el pasado prehistórico, donde perderse podía ser la diferencia entre la vida y la muerte. 

Esta respuesta visceral y el miedo primitivo pueden impulsar a las personas a caminar o correr sin rumbo, dificultando que las encuentren. Y en espacios sin rasgos identificables o con escenarios muy similares, los humanos tienden a caminar en círculos debido a que el cerebro no tiene una referencia clara para ubicarse. 

Por eso los científicos explican que al perderse, lo recomendable es intentar calmarse y quedarse quieto en el lugar. Esto aplica siempre y cuando alguien más esté al tanto de la desaparición. Caso contrario, sugieren intentar acercarse a un lugar abierto y de buena visibilidad, donde sea más fácil ser encontrado.

Fuente: bbc.com (Laura Plitt)

Imágenes: Shutterstock