Descubren toda una "ciudad perdida" en la profundidad del océano
Al oeste de la Cordillera del Atlántico Medio, en proximidades de la cima de una montaña submarina, aflora un paisaje de terreno irregular con torres que emergen desde la oscuridad, con paredes y columnas de diversos tamaños, desde pequeñas, hasta algunos monolitos con 60 metros de altura: una verdadera Ciudad Perdida, según un informe de la revista científica Science Alert.
En la profundidad oceánica
Inmerso a más de 700 metros bajo la superficie marina, se encuentra el campo hidrotermal de la Ciudad Perdida, el entorno de ventilación más antiguo que se conozca en el océano hasta el día de hoy, activo desde hace al menos 120 mil años, y desde entonces reacciona con el agua de mar para liberar hidrógeno, metano y otros gases disueltos al océano.
It’s pitch black in the deep ocean, which makes every bit of light that #HOVAlvin can take down critically important to achieving its mission of advancing research and discovery. #Alvin6500 #NSFfunded @NSF @USNavyResearch @oceanexplorer @unols @DeepSea_PLhttps://t.co/Zq7DEmL9zn pic.twitter.com/uI53Hp3dEY
— Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI) (@WHOI) August 29, 2022
Según detalla la revista científica Science Alert, entre las grietas y las hendiduras que conforman este manto, los hidrocarburos son alimento para nuevas comunidades de microbios, capaces de desarrollarse incluso sin la más mínima presencia de oxígeno y que habitan chimeneas que arrojan gases a 40 grados Celsius.
Animales pequeños y grandes
En estas chimeneas también habita una enorme cantidad de caracoles y crustáceos, y en menor medida, animales de mayor tamaño como camarones, cangrejos, erizos de mar y anguilas, desafiando la extrema naturaleza del entorno, tan extrema que solo es accesible a la humanidad a través de vehículos de exploración controlados a distancia.
Según detallan los científicos, los hidrocarburos que generan los respiraderos de la Ciudad Perdida no fueron creados a partir de dióxido de carbono atmosférico ni luz solar, sino que fueron engendrados por las constantes reacciones químicas que tienen lugar en el fondo del océano.
El posible origen de la vida no solo en la Tierra
La revista científica también detalla que, dado que los hidrocarburos son componentes básicos de la vida planetaria, posiblemente la vida de la Tierra y también la de otras regiones del espacio, haya comenzado en un hábitat similar al descubierto por los investigadores marinos.
"Este es un ejemplo de un tipo de ecosistema que podría estar activo en Encelado o Europa en este mismo segundo", aseguró el microbiólogo William Brazelton en entrevista con el Instituto Smithsoniano, en alusión a las lunas de Saturno y Júpiter respectivamente.
Una ciudad en peligro
A diferencia de las denominadas fumarolas negras, es decir, los respiraderos volcánicos submarinos, también consideradas un posible primer hábitat para la vida planetaria, el ecosistema de la Ciudad Perdida no está sujeto al calor del magma, sus respiraderos de calcita son mucho más grandes y genera hasta cien veces más hidrógeno y metano.
Sin embargo, aunque los respiraderos de la Ciudad Perdida parecen ser mucho más antiguos que los respiraderos volcánicos submarinos, están sujetos a una mayor amenaza ante la mano del humano, por lo que los científicos han solicitado a las autoridades que la región sea declarada Patrimonio de la Humanidad.