Descubren cómo el temible Gusano de Sangre cosecha cobre para desarrollar mandíbulas metálicas
También conocidos como Gusanos de Cerdas, los Gusanos de Sangre, del género Glycera, son una especie carnívora que habita el lecho marino, en donde se entierran bajo el lodo para aguardar el paso de una presa o algún animal que compita con ellos por alimento.
Cuando identifican a una víctima, emergen repentinamente para atraparla con sus temibles mandíbulas parcialmente compuestas de cobre y enzimas venenosas que logran un efecto de parálisis temporal con tan solo una mordida.
Agresivos y de mal carácter
La especie Glycera dibranchiata, como se llama científicamente a estos gusanos, es famosa por su mal temperamento, algo que mantiene alerta incluso a los científicos que interactúan con ella cotidianamente para estudiarla.
“Son gusanos muy desagradables porque tienen mal genio y se les provoca fácilmente”, asegura Herbert Waite, bioquímico de la Universidad de California, “cuando se encuentran con otro gusano, normalmente luchan usando sus mandíbulas de cobre como armas”, explica.
Ahora, un estudio a cargo del estudiante graduado William Wonderly, que trabajó en el laboratorio de Waite, descubrió de qué manera esta especie de gusano marino logra obtener el cobre con el que su mandíbula está constituida en aproximadamente un 10 por ciento.
La clave está dada por una proteína
Si bien estudios anteriores permitieron observar que la resistencia de la mandíbula de estos gusanos, capaz de sobrellevar la abrasión, se logra por una combinación de cobre y melanina, aún no se sabía de qué modo se metaboliza el cobre.
El nuevo estudio, que diseccionó a estos gusanos, identificó una proteína estructural que permite que el cobre y la melanina se unan exitosamente, después de analizar tejido mandibular y estudiar células cultivadas en laboratorio.
Así pudo identificarse a la proteína multitarea (MTP), que por su alta eficacia podría permitir avances en dirección a lograr nuevos procesos de fabricación de materiales, según indican los investigadores.
Un hallazgo inesperado
“Nunca esperábamos que una proteína con una composición tan simple, es decir, principalmente glicina e histidina, realizara tantas funciones y actividades no relacionadas”, se sorprende Waite.
La MTP no solo permite que el cobre extraído del sedimento marino se una, sino que también actúa como un catalizador en la formación de melanina y ensambla la mezcla que resulta de proteína, cobre y melanina para formar las mandíbulas del gusano de sangre.
“La combinación de simplicidad química y versatilidad funcional en MTP tiene un enorme potencial para el procesamiento de materiales naturales y bioinspirados”, sostienen los investigadores en su estudio.