Desconcierto astronómico por la colisión de un agujero negro y una estrella de neutrones
La detección de las primeras ondas gravitacionales, ocurrida en septiembre de 2015, fue importante no sólo por el fenómeno en sí mismo, sino también porque expandió los horizontes de la astronomía al registrar la distorsión del tejido del espacio-tiempo, tal cual lo definió Einstein en su Teoría de la Relatividad.
Ahora, la detección de una colisión entre un agujero negro y una estrella de neutrones parece abrir un abismo entre lo que se creía y lo que podría en realidad suceder con las ondas gravitacionales. Es supuesto que, antes del choque, el tirón gravitacional del agujero negro sobre la estrella de neutrones desgarra la superficie y deja al descubierto su estructura interna.
Sucede que sólo existen teorías sobre qué hay dentro de una estrella de neutrones. La más aceptada dice que, a un kilómetro por debajo de la superficie, la estrella está compuesta por materia condensada, hasta 10 mil millones de veces más fuerte que el acero. La colisión detectada por los científicos podría confirmar o refutar esta hipótesis.
Con todo, el hallazgo podría ir aún más lejos y poner en duda la propia Teoría de la Relatividad de Einstein, que hasta el momento había superado todos los experimentos a los que fue sometida. Los científicos sospechan que la teoría está en realidad incompleta, ya que resulta incompatible con la mecánica cuántica.
Así, en los sucesos extremos que las ondas gravitatorias reflejan, la más mínima desviación de las predicciones de Einstein podría poner en jaque su célebre teoría y allanar el camino hacia una teoría unificada, que soslaye las contradicciones. Las ondas gravitacionales, a diferencia de los fotones que actualmente analiza la astronomía convencional, permiten observar los primeros instantes en la evolución del cosmos. ¿Nace una nueva astronomía?
Fuente: tn.com.ar
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