Los viñedos chilenos introducen la herramienta más inteligente para trabajar el mejor vino
La nueva Nissan Frontier demostró su extraordinario poder tecnológico, capacidad de carga y maniobrabilidad en los campos vitivinícolas de Chile.
La cultura vitivinícola de Chile se remonta hasta mediados del año 1550, cuando misioneros españoles comenzaron a producir los primeros varietales para celebrar la liturgia eucarística. Durante siglos, al amparo de un clima ideal, propiciado por la Cordillera de los Andes, los productores chilenos dieron vida a una serie de vinos tan rústicos como deliciosos.
La modernidad dio paso a las nuevas tecnologías, que revigorizaron la industria y maximizaron la capacidad productiva de cada viñedo. Hoy, Chile es considerado como la capital mundial de los mejores vinos, especialmente cuando se pondera la relación que existe entre una calidad superlativa y un precio de venta sumamente conveniente.
Suele decirse que la magia de los vinos chilenos es un secreto a voces: de la mejor tierra surgen los mejores vinos. Y es cierto, aunque también es preciso mencionar que la tierra debe ser trabaja con esfuerzo y conocimiento. La rutina de la cosecha, elegir adecuadamente la fecha de la vendimia, el corte, pesado y despalillado de la vid son tan sólo el comienzo.
Los vinicultores saben que para un trabajo de excelencia se requieren herramientas inteligentes y poderosas, como la nueva Nissan Frontier, especialmente concebida para que las jornadas en el viñedo sean confortables y seguras. Con asombrosa tecnología, capacidad de carga, fuerza y resistencia, este vehículo es en un aliado incondicional a la hora del trabajo.
Se trate ya de tradicionales familias, o de nuevos emprendedores, los agricultores y vinicultores chilenos aman su trabajo. Es sencillamente imposible encontrar a alguien, dentro de este negocio, que no sienta pasión por lo que hace. Sin embargo, a la hora de proyectarse, el cerebro manda y la nueva Nissan Frontier se impone como la mejor herramienta de trabajo.
Producir vinos es un riesgo y representa un desafío constante. Por eso, cuando el trabajo arduo agota hasta el límite las energías, los vinicultores chilenos siguen adelante, movidos por la pasión. Junto a ellos, codo a codo, la nueva Nissan Frontier se impone entre los caminos del viñedo, siempre lista para una nueva ronda de trabajo; siempre lista para algo más.
Cada día en el viñedo es único e impredecible. A sol partido o en penumbras, con vientos o lluvias, contar con la herramienta adecuada hace la diferencia a la hora de afrontar cualquier reto. Así es como Nissan Frontier, fuerte, robusta, confortable y segura, se ha transformado en un verdadero clásico de la industria vitivinícola chilena.