El futuro llegó: un coche que funciona con hidrógeno
En el pasado se creía que el futuro de los automóviles estaba dado por volar por el aire desplegando alas, pero el presente y la crisis energética mundial cambiaron los parámetros: actualmente, todo avance tecnológico en materia de vehículos apunta en dirección de un menor gasto energético y un desarrollo sustentable que no esté reñido con la preservación del medio ambiente. En este aspecto Mercedes Benz ha dado la nota, y podría estar marcando la llegada del futuro a la industria automotriz: se trata del Clase B F-Cell, un auto eléctrico cuyo combustible es el hidrógeno que, al juntarse con el oxígeno del aire, produce agua y electricidad.
Este método revolucionario en términos energéticos no lo vuelve menos seductor a los ojos de los amantes de los automóviles, ya que puede alcanzar una velocidad máxima de 170 km/h y una autonomía de más de 400 kilómetros en condiciones extremas. Si algo faltaba para que F-Cell sea el Rey de los sustentables, es que no solo no utiliza combustible de recursos fósiles sino que de su caño de escape solo sale… agua potable para el consumo humano. Esto es posible mediante una tecnología que, a través de un proceso químico interno que genera electricidad para el vehículo, permite emitir agua hacia el exterior.
Para demostrar la eficacia del F-Cell, la empresa constructora desafió a dos actores a viajar durante tres días por el desierto del Valle de la Muerte (California, EEUU) sin llevar consigo ningún tipo de líquido. El resultado fue exitoso: el F-Cell expulsó 21 litros de agua, a través de la pila de combustible de hidrógeno, durante los tres días de aventura, en un clima que llegaba a los 50ºC de temperatura y los actores lograron satisfacer sus necesidades de hidratación gracias a él. Si bien parece un vehículo demasiado futurista e innovador, Mercedes Benz planea lanzarlo antes de 2016.
FUENTE E IMÁGENES
La Nación; KM77; Mercedes