El desafío de construir súper autos
Allá por 1904, el legendario Henry Ford alcanzaba los 147 kilómetros por hora a bordo de su Arrow en el lago congelado Saint Clair, cerca de Detroit, EE.UU. Y tuvieron que pasar más de 100 años para que el Veyron Super Sport lograra, en 2010, el récord Guinness certificado de 431 kph. Pero esas marcas quedan chicas al lado del nuevo desafío: traspasar los 500 kilómetros por hora.
Con el nuevo y pretencioso objetivo en mente, algunos de los expertos internacionales en velocidad como Koenigsegg de Suecia, McLaren de Gran Bretaña, Pagani de Italia y Bugatti de Francia teorizaron sobre cuáles podrían ser los requerimientos para alcanzarlo.
Según Koenigsegg la clave es la potencia, que debería ser de entre 1.600 y 2.000 caballos de fuerza, lo suficiente como para impulsar una docena de autos convencionales. Pero eso no es todo. Afrontar el viento, mantener la estabilidad, y disipar las altas temperaturas generadas por un motor gigante impulsado por combustible fósil, son otros de los grandes desafíos.
Si bien para el diseñador italiano Horacio Pagani “los avances en aerodinámica, la construcción ligera de fibra de carbono y los neumáticos hacen alcanzable la barrera”, existe otro problema. Debido a las particulares características de este tipo de autos, resultarían potencialmente peligrosos e ilegales en las calles. Por eso, el mayor reto es diseñar un modelo que sea legal, seguro, versátil y placentero, ya sea para un paseo de fin de semana o para recorrer una pista profesional.
Fuente: BBC
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