5 objetos e oro que son un verdadero misterio
El oro es un metal precioso que ha cautivado a la humanidad desde hace siglos. Era empleado por las más antiguas civilizaciones, y es por ello que resulta un elemento importante a la hora de estudiar culturas milenarias. Sin embargo, existen objetos de este material que continúan desconcertando a los más avezados arqueólogos del mundo.
- El artefacto de oro más antiguo del mundo: por el momento, la pieza más antigua realizada en este material es un objeto con forma de burbuja, de unos 3 milímetros, que fue hallada en Bulgaria y se presume que data del año 4500 a. C., es decir, durante la llamada Edad de Bronce.
- Placas de oro de la isla de Java: en el año 2016, obreros que trabajaban en la aldea de Ringilarik, en la isla de Java, dieron con 22 placas de oro dentro de una roca. Las mismas, contenían inscripciones grabadas sobre dioses, que según los arqueólogos podrían corresponder al budismo o al hinduismo y datan del siglo VIII
- Aviones de oro precolombinos: algunas piezas de oro realizadas por indígenas precolombinos han llamado poderosamente la atención de los arqueólogos. Se trata de pequeñas figuras que parecen aviones (incluso con varios detalles de las aeronaves modernas), lo cual resulta un verdadero enigma. Hay quienes creen que los antiguos taitonas tomaron su diseño de ovnis.
- Anillos de oro del guerrero Griffin: en el año 2015, durante la excavación de una tumba de un guerrero en el suroeste de Grecia, fueron hallados cuatro anillos de oro con inscripciones típicas de la mitología minoica. Los arqueólogos continúan tratando de develar si los anillos del guerrero Griffin corresponden a la integración de los minoicos con los griegos de la zona de Micenas, o son producto del robo de una civilización a otra.
- La campana Dhammazedi: se trata de una gigantesca campana de oro, bronce, cobre y estaño, de 270 toneladas, presuntamente fabricada en el siglo XV por el rey Dhammazedi para los monjes de Rangún (antigua capital de Birmania). Presuntamente, la campana cayó a las aguas en que confluyen los ríos Rangún y Bago, y nunca pudo ser hallada. Durante siglos se ha intentado sin éxito dar con la campana.
Fuente e imágenes: vix.com