Tras dos intentos fallidos, el gobierno porteño envía una tercera expedición para desalojar a los realistas del Alto Perú. Se le encomienda la tarea al general José Rondeau, que parte con una columna de 3.000 hombres. Aunque logra tomar las ciudades de Potosí y Chuquisaca, las desavenencias con Martín Miguel de Güemes lo privan de la poderosa caballería gaucha. Para peor, el general realista Joaquín de la Pezuela recibe refuerzos desde Perú t le presenta batalla frente al macizo de Viluma. Rondeau cuenta para ese momento con 3500 soldados y De la Pezuela con 4.500 y el doble de cañones. La batalla se resuelve rápidamente a favor de los españoles que atacan desde la retaguardia patriota. El resultado representa la pérdida definitiva del Alto Perú para la causa independentista de Buenos Aires