Las elecciones celebradas en Argentina el 24 de octubre de 1999 fueron un duro golpe para el Partido Justicialista. Fernando de la Rúa, candidato del conglomerado de fuerzas de centro e izquierda, encabezado por la Unión Cívica Radical denominado "Alianza", fue electo presidente, y el justicialismo perdió la mayoría en la Cámara de Diputados. En los comicios presidenciales, la Alianza y su fórmula De la Rúa-Álvarez obtuvo el 48,7% de los sufragios, contra el 38,0% del binomio peronista Eduardo Duhalde-Ramón Ortega. De la Rúa asumió el cargo el 10 de diciembre de 1999. La victoria de De la Rúa se debió, al fuerte rechazo público hacia la evidente e intolerable corrupción que se extendió durante el mandato de Carlos Menem, así como al deterioro de la situación económica del país, serios problemas en materia educativa y sanitaria, y a un alto grado de degradación moral en la dirigencia política y social.