El Asedio de Leiden que tuvo lugar entre mayo y octubre de 1574 fue llevado a cabo por tropas españolas al mando del militar Francisco de Valdés contra las del militar holandés Adrian van der Werf, durante la Guerra de los Ochenta Años. La toma de la ciudad de Leiden (provincia holandesa) por parte de los españoles, ofrecía a estos la posibilidad de acabar con la rebelión, ya que separaría a los rebeldes de las provincias de Holanda (Septentrional y Meridional) y dificultaría el comercio de los puertos de Zelanda con el resto de las provincias. En mayo de 1574, Valdés tomó las provincias holandesas de Alfen y Masencluse. Los rebeldes habían roto algunos diques anteriormente, por lo que la ciudad estaba protegida por un kilómetro de tierras inundadas. El 11 de septiembre del mismo año, una flota de rebeldes holandeses entró desde el mar por las tierras inundadas con la intención de ir rompiendo los sucesivos diques, hasta acceder al canal principal y entrar así en Leiden con provisiones, cosa que consiguieron el 3 de octubre, forzando a Valdés a retirarse. Este día se sigue celebrando en la actualidad por los habitantes de la provincia holandesa.