Con la firma del Acuerdo de paz, firme y duradera, entre el Gobierno de la República de Guatemala y la guerrilla URNG, el 29 de diciembre de 1996, culminó el conflicto armado interno que enfrentó a los guatemaltecos con funestas consecuencias para el país, tanto en daños a la infraestructura como en pérdida de valiosas vidas humanas, y en violaciones a los derechos humanos de los ciudadanos. Gracias al cuerdo de paz, cesaron todas las operaciones insurgentes como contrainsurgentes en Guatemala. Se desmovilizó a la URNG el día D+60. Se comprometieron al cese de fuego de ambas partes hasta el día D. Desde el día D-10 hasta el día D la ONU verificó que el cese al fuego haya sido efectivo. De allí en adelante, no pudo hacerse propaganda política fuera de los puntos de concentración .