Los soldados de las Cruzadas que se hicieron caníbales
Las Cruzadas fueron acaso una de las caras más despiadadas de la guerra. Entre las muchas dificultades que debieron atravesar los soldados, el hambre llegó a desesperarlos, a tal punto que varios se vieron obligados a incurrir en el canibalismo.
La historia señala que, el 12 de diciembre de 1098, ocurrió uno de los más extensos e infames asedios a la actual ciudad de Maarat an-Numan, Siria. Se trató de la Primera Cruzada e involucró una masacre de los musulmanes.
El invierno se aproximaba y los cruzados estaban cansados, hambrientos y con suministros tan escasos como poco nutritivos. Aunque, tras el asedio, los musulmanes llegaron a firmar la rendición, los cruzados hicieron caso omiso y masacraron a los residentes de Maarat an-Numan.
Aunque sus vidas debían ser salvadas, según el acuerdo de rendición, hasta 20 mil civiles fueron asesinados. En tal contexto, algunos soldados cruzados, desesperados, comenzaron a cocinar los cadáveres, que luego devoraron. El cruzado Radulfo de Caen, escribió una carta al papa, diciendo «En Ma’aarra, nuestras tropas hervían adultos paganos vivos en ollas».
Otra crónica, escrita por Fulcher de Chartres, describía: «Muchos de nuestros solados, acosados por la locura del hambre excesivo, cortaron pedazos de los cuerpos de los sarracenos ya muertos allí, que cocinaban, pero cuando todavía no estaban asados lo suficiente por el fuego, los devoraron con boca salvaje ».
Fuente: supercurioso.com
Imágenes: Shutterstock