La fábrica Nazi que funcionaba bajo tierra y construía tanques Panzer
32 kilómetros de túneles a más de 60 metros de profundidad y más de 220 salones y corredores conforman esta mina que, cuando los nazis asumieron su control, la transformaron en una infernal fábrica de armas subterránea.
Cuando los nazis tomaron su control, la convirtieron en una fábrica subterránea de armas.
Ahora se está derrumbando. Los derrumbes se deben a fracturas de la roca y el peso del agua, que desprende grandes trozos de tierra. La mina está cediendo bajo la montaña, destruyendo.
En los años 40, cuando las bombas destruyeron muchas de sus fábricas en la superficie, este era el lugar perfecto para que los nazis ocultaran sus enormes fábricas de armas.
Cerca de 8000 prisioneros trabajaron febrilmente a temperaturas extremas y condiciones terribles para elaborar un cañón de 75 mm, una de las artillerías de tanque más potentes de aquel entonces.
En la mina se ven por todos lados piezas desechadas, que reflejan el esfuerzo de los nazis por mantener la guerra andando.
Este es un sitio atemorizante y siniestro porque se presiente a los prisioneros trabajando, ayudando a los alemanes a sobrevivir más tiempo de lo posible.