Guerra de Malvinas: la capacidad militar argentina vs la británica, en números
Los datos provistos por el Instituto Internacional de Investigación para la Paz (SIPRI, por sus siglas en inglés), recogidos y analizados por el medio Infobae.com, demuestran las diferencias insalvables entre el equipamiento bélico argentino y el británico durante la Guerra de Malvinas, en 1982.
Durante ese año, incluso cuando el gobierno de facto de Argentina alcanzó niveles históricos de gasto para sus Fuerzas Armadas, estableciendo un récord hasta ahora jamás alcanzado, las fuerzas británicas superaron diez veces la inversión argentina en Defensa, con un desembolso en torno a los 28 mil millones de dólares.
Un enfrentamiento asimétrico
La extrema diferencia entre el gasto militar de argentinos y británicos no dio lugar a la mínima equivalencia, una asimetría que por supuesto repercutió en el campo de batalla, especialmente en el campo marítimo.
Fabián Calle, magíster en Relaciones Internacionales y experto en temas militares, explicó para infobae.com que “Argentina era, a principios de los ‘80, el poder militar más importante de América Latina, pero Gran Bretaña era el segundo presupuesto de Defensa más importante de la OTAN. Había una asimetría lógica con un país subdesarrollado y periférico. No había equivalencias con un país que estaba sólo detrás de Estados Unidos en término de inversión militar en Occidente”.
“Argentina era un país que históricamente había invertido en Defensa por posibles conflictos bélicos con países vecinos. A nivel presupuestario, estaba detrás de Brasil por su Producto Bruto Interno (PBI), pero incluso, tenía capacidades operativas que Brasil no tenía, como un portaaviones. Argentina hacía mucha inversión en Defensa. Eso le permitía tener, por ejemplo, 200 aviones de combates operativos”, detalló el experto.
Importación de armamento
Por las siglas en inglés del término Trend Indicator Value, el valor TIV es empleado en todo el mundo para medir el comercio de armas en función de la transferencia de recursos militares sobre los costos de producción por cada unidad.
En tal sentido, tanto los datos oficiales del armamento destinado a la Guerra de Malvinas por parte de las Fuerzas Armadas argentinas, como de las británicas, permanecen bajo secreto militar, por lo que los datos disponibles para el cotejo entre el despliegue de ambos países surgen del instituto sueco SIPRI y otros registros internacionales.
Más allá de las grandes diferencias, los expertos en análisis militar coinciden en señalar el despliegue bélico argentino, que a pesar de las diferencias insoslayables en capacidad operativa, logró generar daños profundos al ejército británico, incluyendo el hundimiento de ocho buques.
Especial supremacía británica en el mar
Durante la Guerra de Malvinas, 649 combatientes argentinos perdieron la vida en el campo de batalla, de los cuales casi la mitad, exactamente 323 soldados, murieron en el hundimiento del crucero ARA General Belgrano. Entre los británicos, se contabilizaron 255 bajas.
Gran Bretaña apostó 111 buques de guerra, que atravesaron el océano Atlántico para dar batalla en las Malvinas, mientras que Argentina apenas desplegó 38 embarcaciones hasta la zona de conflicto.
En total, los británicos superaron en cinco veces la cantidad de fragatas argentinas y operaron seis submarinos, en detrimento de los dos submarinos argentinos contabilizados durante la guerra.
La guerra aérea
El control del espacio aéreo fue el único campo militar en el que Argentina logró aventajar a Gran Bretaña, especialmente después de que la mayor cantidad de compras por parte del gobierno militar, en 1982, fuera destinada a la adquisición de aeronaves y equipos de defensa para ataques aéreos.
En total, Argentina desplegó 216 aviones, mucho más que los 117 aviones que volaron en el bando británico, factor digitado por una cuestión logística: aterrizar aviones para cargar combustible y misiles obligó a Gran Bretaña a operar dos portaviones en inmediaciones de la zona de conflicto.