El sanguinario rey vikingo que invadió Inglaterra
Su nombre era Harald Sigurdsson y nació en Ringerike, Noruega, hacia el año 1015. Era medio hermano del rey Olaf Haraldsson, quien perdió el trono cuando Canuto el Grande invadió Noruega en 1028. Olaf murió en batalla en 1030, y Harald, que por entonces tenía 15 años, se fue al exilio junto con un puñado de hombres fieles, prometiendo volver.
Harald el mercenario
Durante los años siguiente, Harald comandó un ejército de mercenarios suecos, daneses, noruegos e islandeses, que sirvieron al emperador de Bizancio y que devastaron a parte de Europa, el norte de África, Siria, Palestina, Jerusalén y Sicilia. Fruto de los saqueos, Harald amasó una enorme fortuna y volvió a Noruega en 1045, con el objetivo de recuperar el trono.
Una flecha mortal
Tras hacerse con el trono noruego y barrer con sus opositores, le siguieron 12 años de batallas sangrientas en las que Harald, apodado Hardrada (soberano duro), acabó con toda presencia de sus enemigos daneses. En el año 1066 la ambición lo llevó a invadir Inglaterra, en donde cayó mortalmente herido por una flecha en el cuello. Así terminó la vida y el reinado de Harald III, el despiadado rey vikingo.