El plan de la élite estadounidense frente a un ataque nuclear: búnker, comer mascotas y salvar secretarias
Corría la Guerra Fría y por lo tanto una amenaza latente de guerra nuclear, cuando Estados Unidos construyó su primera red secreta de búnkeres bajo tierra. Aunque desde el gobierno anunciaron que se daría asistencia a toda la población, lo cierto es que este tipo de escondites estaba destinado a unos pocos funcionarios de primera línea, comenzando por el presidente y su familia.
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"El Gobierno se protegería a sí mismo y dejaría que el resto de nosotros muriéramos", señala el experto en seguridad nacional Garrett M. Graff, que recientemente publicó el libro 'Raven Rock: The Story of the US Government's Secret Plan to Save Itself' ('Raven Rock: La historia del plan secreto del Gobierno de EE.UU. para salvarse a sí mismo'). El autor asegura que las presidencias de Kennedy, Eisenhower, Roosevelt y Truman nunca pensaron en salvar a la población.
El primer simulacro de ataque nuclear a gran escala ocurrió en 1955, cuando 22 mil civiles y 14 mil funcionarios gubernamentales de los Estados Unidos participaron de un ejercicio al que se denominó 'Apple Jack' y que simuló el estallido de una bomba sobre Brooklyn. Los resultados estuvieron muy lejos de ser satisfactorios. Dwight D. Eisenhower, por entonces presidente, desapareció sin dejar rastros y no permitió que nadie supiera en donde se encontraba, lo que derivó en la imposición de una ley marcial que dejó al país bajo el control del Ejército.
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"Las esposas de los miembros del gabinete también se molestaron cuando se dieron cuenta de que no había ninguna disposición a salvarlas a ellas pero las secretarías de sus maridos sí estarían a salvo en los búnkeres", describe el libro. Además, un informe instruía la creación de "zonas mortuorias" en donde se identificarían los cadáveres y designaba a los camiones de correo como transporte logístico de heridos.
Según el cálculo de las autoridades, sería posible reunir cerca de 900 toneladas de alimento, entre las reservas propias y el stock en tiendas. A esto se sumarían las raciones plausibles de ser encontradas en la naturaleza: 11 millones de raciones diarias de carne de conejo, 10 millones de raciones de carne de aves silvestres y 5 millones de raciones de carne de pescado. Incluso se contemplaban una 20 millones de raciones de comida proveniente de las mascotas familiares.
Fuente: The Daily Mail