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Los videojuegos de carreras cumplen 40 años

Por History Channel Latinoamérica el 12 de Agosto de 2021 a las 21:38 HS
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Con la primera consola Atari, en 1974, comenzaba una frondosa historia para el sector de los videojuegos que paulatinamente se dedicaría al fabuloso mundo de las carreras automovilísticas. En tal sentido, sin lugar a dudas, el punto de inflexión, o la bisagra que marcaría para siempre un antes y un después, fue la irrupción de la tecnología gráfica en tres dimensiones, más conocida como el 3D. Se cumplen 40 años de uno de los géneros del videojuego más abrazados por el público de todos los tiempos; el mismo género que, desde los primeros días, hasta hoy, ya dio a luz más de 2400 títulos diferentes. Básico y rudimentario, pero entretenido como ningún otro juego hasta el momento, resultó ser el primero de los videojuegos sobre carreras de autos de la historia, el Gran Trak 10, desarrollado por un equipo de japoneses para la consola Atari, en 1974. El piloto debía correr contra reloj para acumular puntuación en un circuito de carreras único, conformado por puntos blancos sobre fondo negro. La empresa japonés Taito no demoró más que unos pocos meses en doblar la apuesta con la presentación de su videojuego Speed Race, el primero en conquistar el mercado estadounidense, y por buenos motivos, al brindar el primer hardware adaptado a este tipo de juegos con un volante, acelerador, caja de cambios y tacómetro. Por entonces era lo más parecido a conducir un automóvil a máxima velocidad. Sobre los albores de la década de 1980, la compañía japonesa Namco desarrolló su popular videojuego Rally-X, similar a un Pac-Man, pero protagonizado por automóviles parecidos en su fisonomía a los de la Fórmula 1, que corrían entre distintos laberintos, según la carrera. Quizá uno de los videojuegos más impactantes haya sido el Turbo, de Sega, que recreó por primera vez y con precisa exactitud la cabina de un automóvil de carreras. Para ello, su desarrollo se basó en pantallas full color de 20 pulgadas y una perspectiva de tercera persona, igualmente novedosa para la época. Hacia el año 1982, fue lanzado el videojuego que definitivamente marcó una época, el célebre Pole Position. Namco, su fabricante, ya contaba por entonces con una calidad de gráficos altamente impactante, logrando recrear sensaciones visuales de velocidad extrema con mucha definición. Solamente en los Estados Unidos, este juego vendió miles de discos con la banda de sonido, es decir, con las canciones que se escuchaban mientras se lo jugaba. Con el correr de los años y las mejoras tecnológicas, los gráficos avanzaron aún más y fueron incorporados los distintos circuitos de carreras del mundo para que el Pole Position se transforme en un clásico. Cuando parecía que nada más quedaba por hacerse, hacia el año 1986, Sega desarrolló el videojuego sobre carreras de autos que se transformaría instantáneamente en un referente del género: el Outrun. Por primera vez, el jugador podía estar al mando de una Ferrari, sobre las rutas de San Francisco y en compañía de una rubia de cabellos largos, para elegir no solamente la música que escucharía en la radio, sino también los caminos por los que quisiera transitar a velocidades extremas. El último hijo de la prolífica década de1980 fue el Indianápolis 500, el primero en simular una carrera de autos completa en todos sus aspectos: desde la clasificación, pasando por los boxes, hasta el podio y la entrega de premios. Ya entrados en la era de las tres dimensiones, en 1993, irrumpe un clásico de todos los tiempos y el videojuego con el período de vida más largo de la historia. Hablamos del inigualable Daytona USA, una verdadera vedete de las salas y salones de Arcade del  mundo, incluso hoy en día. Su calidad gráfica y la adrenalina que inexorablemente brotaba al momento dejugarlo hicieron de este videojuego un verdadero monumento al género de las carreras de automóvil. Ni siquiera poderosos títulos posteriores, como el Need For Speed (1994), o el Gran Turismo (1999), con todo y el avance en la calidad y procesamiento de los gráficos, lograron superar la increíble sensación de manejo  que proporcionó el Daytona USA: “Gentlemen, start your engines!”.