Un patrón numérico explica la muerte de cada emperador romano
Un grupo de investigadores habría descubierto un oscuro patrón, relacionado con la Ley de Pareto, que explicaría por qué el cargo de emperador romano solía ser un oficio de riesgo. Entre los diversos sucesos, los más comunes estarían acompañados de muertes violentas, mientras que pocos serían aquellos emperadores que murieran de forma natural.
Posibilidades de morir
En la investigación, publicada en la revista científica Royal Society Open Science, se ha logrado demostrar que, desde el primer emperador Augusto hasta Teodosio, las grandes figuras de Roma tenían solamente una probabilidad entre cuatro, aproximadamente un 24,8%, de vivir lo suficiente para poder morir naturalmente.
Un número aterrador
De hecho, si tomamos como eje todo el Imperio Romano (desde el primer Augusto hasta la caída del Imperio Bizantino en el 1453) el dato es más alarmante: hubo 175 emperadores romanos fallecidos durante ese período. Es decir, cada tenía un 30% de probabilidades de vivir una buena cantidad de años sin ser asesinado.
Semejanza a los terremotos
Así mismo, los expertos explicaron que, matemáticamente, el reloj biológico de un emperador se asemejaba, en cierto modo, a los terremotos. En la investigación, puede verse que la probabilidad de que los emperadores tuvieran vidas cortas es parecida a la chance que se produzcan terremotos pequeños.