Un descubrimiento arqueológico permite conocer más sobre la vida sagrada de los incas en Machu Picchu
Un equipo de arqueólogos descubrió en la profundidad de la selva peruana, escondidas bajo un follaje espeso, varias estructuras de piedra entre las ruinas de Machu Picchu, que habrían constituido un complejo sistema de canales para llevar agua hasta el complejo ceremonial de Chachabamba.
El increíble hallazgo, que ayudará comprender mejor la vida que la antigua ciudadela de los Incas supo tener, fue realizado gracias a la combinación de láseres capaces de evidenciar lo que se oculta bajo el follaje y drones que permiten a los arqueólogos sobrevolar sitios de difícil acceso.
La fundamental ayuda del escaneo Lidar
A unos 8 kilómetros de las ruinas principales de Machu Picchu, los arqueólogos descubrieron aproximadamente 12 estructuras pequeñas en inmediaciones de un sitio ceremonial llamado Chachabamba, según informa la publicación del periódico Journal of Archaeological Science.
El descubrimiento fue posible gracia al uso de una tecnología de detección remota llamada detección y rango de luz, o Lidar, que emite pulsos de láser para que reboten contra distintas superficies y así lograr detectar sus características y mapear su fisonomía.
En 2019, la tecnología de escaneo Lidar permitió descubrir una gigantesca red de ancestrales granjas mayas situada bajo el follaje impenetrable de la selva tropical en Belice, y una ciudad perdida en Honduras, varios años antes.
Nuevos conocimientos sobre los incas
El descubrimiento de esta compleja red de agua en Machu Picchu se suma a otros varios, que paulatinamente permiten sabe más sobre la civilización incaica y la función que los complejos ceremoniales cumplieron en la ciudadela inca.
“Solo personas muy privilegiadas podían llegar a Machu Picchu, porque era un lugar muy especial […] cuando ibas allí, tenías que parar en Chachabamba para tomar un baño espiritual para estar limpio y puro para llegar a Machu Picchu, explicó Dominika Sieczkowska, del Centro de Estudios Andinos de la Universidad de Varsovia.
El agua llegaba hasta el centro ceremonial a través de la red de piedra recientemente descubierta y alimentaba 14 baños en donde, según Sieczkowska, probablemente se bañaban ritualmente los peregrinos.