¿Qué significaba la felicidad para los aztecas?
Más allá de la imagen de guerreros implacables que popularmente se tiene de ella, la civilización azteca era mucho más rica y profunda de lo que podamos imaginar. En un artículo premiado por la APA como mejor ensayo sobre América Latina de 2016, Lynn Sebastian Purcell, profesor de filosofía en la Universidad Estatal de Nueva York, explica que para los aztecas tener una buena vida y ser feliz no estaban asociados. Una idea que para el pensamiento actual resulta extraña.
Purcell explica que esta disociación tiene su raíz en un problema existencial llamado tlamatinime. Según los aztecas, nuestra vida en la tierra es propensa al error, al fracaso en los objetivos y propensa a caer: la tierra es un lugar donde las alegrías solo llegan mezcladas con dolor y complicaciones. De manera que, en vez de buscar deliberadamente la felicidad, los aztecas buscaban una vida “neltiliztli” (arraigada o enraizada), una vida digna de ser vivida.
Este concepto tenía cuatro niveles. El primero se enfocaba en el cuerpo, con una serie de ejercicios diarios muy parecidos al yoga. El segundo nivel se enfocaba en la psiquis propia, no solo la mente, sino también los sentimientos. El tercero era la comunidad, comunión con la familia, vecinos y amigos. Y el cuarto era la unión con Teotl, una deidad que representaba a la naturaleza. Era así que los aztecas buscacan la plenitud o una vida “neltiliztli”.
Fuente: bbc.com
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