Los 10 inventos más revolucionarios de la Revolución Industrial
La Revolución Industrial es considerada uno de los fenómenos más importantes en la historia de la humanidad. Los múltiples inventos creados durante esa época -1760 y 1840-, permitieron una migración progresiva de la economía, de un sistema totalmente agrario y manual, a uno industrializado. Han existido muchos inventos científicos que cambiaron las formas, pero estos marcaron el resto de la historia.
La máquina de vapor (1769)
El ingeniero mecánico escocés James Watt presentó el modelo de la primera máquina de vapor, que serviría de base al desarrollo de la industria del transporte terrestre y marítimo. Su idea proponía la integración de un condensador que se instalaba separado de la máquina, para evitar la pérdida de energía. Watt logró aumentar la potencia, e incluir un motor rotatorio.
El Automóvil (1770)
De las distintas versiones que existen sobre el primer automóvil, la más difundida es la que se atribuye al ingeniero militar francés Nicolas-Joseph Cugnot. El coche a vapor era capaz de arrastrar cuatro toneladas, y rodar a velocidades de hasta cuatro kilómetros por hora. El vehículo tenía dos ruedas traseras y una delantera.
El Teléfono (1876)
Su creación ha sido atribuida tradicionalmente al científico británico estadounidense Alexander Graham Bell, aunque algunas teorías sobre quién inventó el teléfono, defienden que el italiano Antonio Meucci fue el verdadero creador del dispositivo. Se trató de un aparato que tenía la funcionalidad de transmitir sonidos por cable, a través de señales eléctricas.
La línea ferroviaria (1814)
El británico George Stephenson logró darle una nueva forma, viabilidad y utilidad a este sistema. Graduado como ingeniero mecánico, Stephenson profundizó en la locomotora y las líneas ferroviarias, como un sistema de transporte completamente pionero. Pasó a la historia, diseñando varias líneas ferroviarias durante su existencia, entre las que destaca la de Liverpool-Mánchester.
La máquina de escribir (1829)
El inventor estadounidense William Austin Burt fue quien patentó este tipógrafo, considerado como la primera máquina de escribir moderna. Era un dispositivo mecánico y relativamente sencillo, que se componía por un conjunto de teclas. Al ser presionadas, se imprimían caracteres sobre un documento.
La máquina de coser (1829)
El francés Barthélemy Thimonnier dedicó su vida a las labores de sastre. Por eso, se dispuso a la crear un artefacto que tuviese la capacidad de imitar la costura a mano. Así, dio con la fabricación de la primera máquina de coser de la historia. Estaba hecha de madera y utilizaba una aguja de púas, que pasaba a través y por debajo de la tela, sujetando el hilo.
El alumbrado de gas (1802)
El ingeniero mecánico e inventor escocés William Murdoch patentó esta nueva tecnología que empleaba un combustible gaseoso como el hidrógeno, el propano, el metano, el acetileno o el etileno, para producir luz. Rápidamente se extendió el uso de este invento, convirtiéndose en el medio más popular para iluminar ciudades y barrios, hasta la aparición de la electricidad.
La bicicleta (1816)
El investigador alemán Karl Drais fue el responsable de su invención. Drais desarrolló un velocípedo de dos ruedas que, para funcionar, requería de la interacción entre el hombre y la máquina. La persona que la utilizaría debía sentarse sobre una montura, colocar las manos sobre una vara de madera que se unía a la rueda de adelante, y empezar a darle con ella, la dirección al vehículo.
El Barco de vapor (1787)
John Fitch, un fabricante de relojes, latonero y herrero estadounidense, se lanzó a la aventura de construir el primer barco de vapor. El motor de vapor impulsaba el movimiento de una serie de remos que iban unidos entre sí, y se ubicaban a babor y estribor del barco. El aspecto del artefacto era el de una gran canoa con seis remos a cada lado, pero sin ninguna persona que los impulsara.
La prensa de imprimir (1810)
El alemán Friedrich Koenig creó un artefacto que tuvo notable influencia en el desarrollo de los medios de comunicación impresos. Esta máquina poseía un cilindro doble, que se alimentaba con la energía proporcionada por una máquina de vapor. El objetivo era que la fuerza humana se sustituyera por la labor del aparato, aumentando así la productividad.
Sin el aporte de estos inventos, y el de sus inventores, otra hubiera sido la historia de la humanidad.
Fuente: supercurioso.com
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