Licencias por enfermedad, embalsamar a un hermano o hacer cerveza: los derechos laborales en el Antiguo Egipto
Los textos antiguos de una aldea egipcia, correspondientes al período del Nuevo Reino de Egipto, es decir, hace más de 3 mil años, revelan que los derechos laborales o la tutela estatal de la salud de los trabajadores no son solo un avance que permitió la modernidad.
De hecho, estos documentos revelan que en el Antiguo Egipto existió un sistema de atención médica respaldada por el Estado, que cuidaba a los trabajadores y les garantizaba ciertos derechos a la hora de trabajar, por ejemplo, en la construcción de la tumba de un faraón.
Una red médica para garantizar la productividad
Durante el Imperio Nuevo, entre los años 1550 y 1070 a. C., fue erigido el pueblo de Deir el-Medina, un sitio dedicado especialmente a los trabajadores que levantaron las tumbas de la realeza, para que pudieran llegar hasta su trabajo caminando.
Durante este período, los reyes egipcios no fueron sepultados en las pirámides que se utilizaban en el pasado, sino en un conjunto de tumbas que se excavaron en la roca, en el hoy célebre Valle de los Reyes.
Estos trabajadores, artesanos de alta calificación técnica, tuvieron variadas comodidades y recibieron un salario mensual, pagado en granos por el Estado egipcio, que además les proporcionó alojamiento y sirvientes para cubrir rutinas como lavar la ropa o conseguir agua.
Derechos laborales y licencias por enfermedad
Varios de los textos hallados, indican que los trabajadores de Deir el-Medina contaban con el derecho a no trabajar, por ejemplo cuando estaban muy enfermos, y no obstante ello gozar del pago total de su salario.
Según los arqueólogos, cerca de un tercio de las ausencias laborales se dieron en ocasión de un trabajador que estaba lo suficientemente enfermo como para no asistir a su trabajo, y cada cuadrilla de trabajo contaba con un médico designado, más un ayudante.
Tanto el médico como su asistente, disponían de días libres para la elaboración de medicamentos o el cuidado de compañeros enfermos, servicios por los que el Estado les pagaba con raciones adicionales.
Licencia para embalsamar o hacer cerveza
Entre otras razones curiosas para faltar al trabajo, los registros históricos de Deir el-Medina detallan motivos tales como realizar ofrendas a los dioses, una hija con sangrado por menstruación, la construcción de una vivienda o la fabricación de cerveza.
Sin embargo, estos motivos quizá más exóticos, no eran los habituales: en general, la mayoría de las bajas laborales obedecieron, según los registros, a casos de enfermedad y en ocasiones a la picadura de un escorpión.