Las muertes más absurdas de la historia
Malas ideas, mala suerte, o sencillamente estar en el lugar y momento equivocados: estas son algunas de las muertes más absurdas de la historia:
Esquilo, dramaturgo griego.
Antes que Sófocles o Eurípides, Esquilo fue el gran dramaturgo de la tragedia griega. Las águilas tienen un método de caza y consumo de tortugas que consiste en capturarlas, elevarse en altura y soltarlas para que el caparazón se rompa contra una roca. Cuenta la leyenda que Esquilo murió por el impacto de una tortuga en su cabeza calva, confundida con una roca por algún águila distraída.
Tycho Brahe, astrónomo danés.
El mayor astrónomo hasta la invención del telescopio, tuvo fama de excederse con las bebidas. Los buenos modales del siglo XVI consideraban que abandonar la mesa antes de que el banquete concluya era un insulto. Aunque padecía problemas de vejiga, Brahe omitió pasar por el baño antes de sentarse a una cena en la que además bebió mucho. Incapaz de excusarse, permaneció sentado hasta que su vejiga explotó. Agonizó durante 11 días hasta que murió.
Francis Bacon, filósofo, político, abogado y escritor inglés.
En 1625, durante un día de tormenta de nieve, Bacon comenzó a preguntarse si acaso la nieve sería capaz de conservar la carne tan efectivamente como la sal. Decidido a probarlo, se abasteció de un pollo en una aldea cercana, lo sacrificó y permaneció varias horas fuera de la casa a la espera de que la nieve hiciera su trabajo. Aunque el pollo jamás se congeló, Bacon contrajo una pulmonía que terminaría por matarlo.
Harry Houdini, mago e ilusionista austrohúngaro.
Considerado uno de los magos más importantes de la historia, Houdini desafió a un jugador universitario de rugby durante una noche de cervezas en un bar. Argumentando que era capaz de controlar cada músculo de su cuerpo y evitar el dolor, le pidió al muchacho que le propinara puñetazos en el abdomen. Aunque no lo sabía, Houdini tenía un principio de apendicitis, por lo que uno de los puñetazos le reventó el apéndice y murió por hemorragia.
Fuente: 20minutos.es
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