La increíble historia del ilusionista que evitó una guerra con un truco de magia
Jean Eugène Robert-Houdin (1805-1871) es considerado por muchos el padre del ilusionismo moderno. Tal es así, que el gran escapista Harry Houdini adoptó su nombre artístico en homenaje a su antecesor galo.
Nacido en el pueblo de Blois, Francia, Robert-Houdini descubrió de joven su pasión por la magia y fue discípulo de los mayores ilusionistas de la época. En 1843, gracias al mecenazgo de un conde, pudo montar su propio espectáculo en el centro de París, donde triunfó gracias a sus originales trucos.
Tras el ascenso al poder de Napoleón III, el ilusionista fue destinado a Argelia con la misión de convencer a la población rural, profundamente supersticiosa, de someterse al dominio francés.
Su tarea en África llegó a su cumbre cuando en 1856 retó a un ciudadano argelino a dispararle y, ante la mirada atónita de todos los presentes, atajó la bala con la boca. Este truco, tuvo tal impacto en el imaginario de la época, que según varios historiadores, impidió una guerra entre los lugareños y sus ocupantes.
Fuente: labrujulaverde.com