La increíble historia del "Coca-Vino" y por qué fue prohibido
Hacia finales del siglo XIX, un elixir tonificante que apaciguaba cualquier tipo de dolencia, generó furor en las boticas europeas. Comercializado bajo el nombre de vino Mariani, este tónico lograba efectos milagrosamente vigorizantes, a tal punto que el mismísimo Papa León XIII llegó a promocionarlo con sumo entusiasmo.
El secreto de la fórmula de Ángelo Mariani, un boticario francoitaliano nacido en Córcega, en 1838, era tan sencillo como rentable, al mezclar vino tinto y hojas de coca. No obstante, hacia 1871, cuando este elixir ya había conquistado toda Europa, un notable efecto secundario comenzó a decantar: la gente que lo probaba generaba una inmediata dependencia.
Aunque la ciencia tardaría más de un siglo en descubrirlo, cierto es que la solución alcohólica del vino de Mariani actuaba como solvente extractor de los alcaloides de la coca, lo que en otras palabras hoy conocemos como cocaína, además de ciscocaína, transcocaína y cinnamoylcocaína. El éxito del vino Mariani tenía, pues, más de un secreto.
A mediados de 1880, el elixir europeo ya se comercializaba también en los Estados Unidos, lugar en el que inspiró varias imitaciones. Entre todas ellas, hubo una que incluso superó la fama del vino Mariani: el Pemberton's French Wine of Coca. Su creador, John Pemberton, fue un boticario de Atlanta que desarrolló el tónico para tratar la adicción a la morfina.
Sin embargo, algunos años después, Pemberton comenzó a comercializar una bebida a base de extractos de coca y semillas de nuez de cola, sin alcohol. Tras calibrar su fórmula y sumar extractos vegetales, nació la Coca-Cola. Mientras tanto, con la promulgación de la ley estadounidense que reguló y prohibió drogas como la cocaína, el vino Mariani llegó a su fin.
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