Jack Barsky, el espía de la KGB que sucumbió al sueño americano
Durante el transcurso de la Guerra Fría tanto la Unión Soviética como Estados Unidos intentaron infiltrar agentes secretos en territorio enemigo. Durante la década del 70 un agente alemán de la KGB, el servicio secreto soviético, llamado Albert Dietrich fue enviado con un pasaporte falso en Norteamérica. Su misión era vivir bajo una identidad falsa en el corazón del capitalismo.
En el otoño de 1978 llegó a Nueva York, haciéndose pasar por un ciudadano canadiense de nombre William Dyson, se infiltró en territorio estadounidense como parte de un grupo de agentes encubiertos soviéticos, conocidos como "ilegales". Una vez en Manhatan, Barsky, se dedicó a construirse una identidad falsa. Al poco tiempo consiguió trabajo como cartero en una de las zonas más ricas de Nueva York.
Sin un pasaporte norteamericano, su trabajo de inteligencia era limitado y sus logros como espía eran mínimos. Barsky contrajo matrimonio con una inmigrante ilegal de Guyana y tuvieron una hija juntos. Ahora el agente infiltrado tenía dos familias con dos identidades diferentes, una en Alemania del este, a la cual veía cada dos años cuando viajaba a entregar los informes a la central de Moscú y la otra en Nueva York.
Finalmente sucedió lo inevitable, en 1988 le ordenaron regresar de inmediato a su ciudad natal porque sus jefes creían que el FBI andaba detrás de él. Pero Barsky no pudo dejar a su nueva familia atrás, entonces ideó un plan. Escribió una carta diciendo que no volvería porque había contraído sida y que la única forma de recibir tratamiento era en Estados Unidos.
Fue entonces que decidió desertar y se instaló como un estadounidense más en su nuevo hogar de Nueva York. Poco tiempo después fue delatado y en una operación secreta conducida por el FBI, Barsky fue detenido en Pensilvania. Pero para sorpresa de todos, después de ser sometido al detector de mentiras, lo dejaron libre, prometiéndole ayudarlo a conseguir la ciudadanía que tanto anhelaba.
El FBI cumplió su promesa y ayudo a Jack Barsky a obtener su pasaporte norteamericano. Ahora, el ex agente de la KGB, está casado por tercera vez y tiene un hijo. Durante una entrevista que dio en un famoso programa de TV estadounidense, aseguró en un perfecto inglés: “Ya no soy más alemán, la metamorfosis fue completa".
Fuente: bbc.com (Brian Wheeler)
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