Hallan un juramento ninja de hace 300 años que admite el castigo divino
Un equipo de investigadores japoneses dio con el hallazgo de un antiquísimo juramento ninja, la estirpe de ancestrales guerreros nipones que la industria cinematográfica popularizó y que, aún hoy, permanece rodeada de misterio.
Se trata de un manuscrito de 300 años de antigüedad, que detalla seis juramentos solemnes a los que suscribió un guerrero llamado Inosuke Kizu, miembro de un grupo de ninjas de la ciudad de Iga, cerca de la ciudad de Kioto.
Después de agradecer a su maestro por enseñarle el arte del ninjutsu, Inosuke Kizu jura no revelar a nadie, ni siquiera a miembros de su familia, las técnicas de espionaje aprendidas; y se compromete a no usarlas para el robo, a menos que se lo ordenen.
Yoshiki Takao, de la Universidad de Mie, explicó que tanto los ladrones como los ninjas ingresaban a casas ajenas, con la diferencia de que estos últimos se atenían a preceptos morales.
"En términos modernos los ninjas eran 'agentes estatales' que proporcionaban servicios de seguridad y recogían información", detalló Takao. Si algún ninja rompía su juramento, él y su familia sufrirían el castigo divino durante generaciones, afirma el documento.
Además, el texto certifica la promesa de que el ninja dará aviso a sus superiores ante cualquier nueva capacidad o arma adquirida, siempre que esta no esté involucrada en el 'Bansenshukai', un documento secreto del siglo XVII que funcionó como paradigma de los ninjas.
Fuente: actualidad.rt.com
Imagen: Shutterstock