Enfermedades que fueron consideradas una aberración en la Edad Media
Durante el Medioevo, la medicina se desarrolló escasamente y a paso lento, basada más en supersticiones, brebajes y ungüentos, que en cualquier principio objetivo. Además, la religión era imperante en todo ámbito de la vida, incluyendo la salud, por lo que entorpeció aún más cualquier abordaje médico.
En general, cuando una persona estaba inexplicablemente enferma, se atribuía a fuerzas maléficas, lo que estigmatizaba al enfermo y lo marginaba. Así, la deshumanización de las personas enfermas llevó a su exclusión y ocultamiento.
Trastornos genéticos, como el enanismo o el síndrome de Down, eran una sentencia de muerte social. Los casos más afortunados de malformación, podían encontrar algún tipo de refugio en el entretenimiento, volcados a roles como el de bufón. El resto, sencillamente estaba condenado a la burla y el hostigamiento.
Los que padecían enfermedades contagiosas, como la peste negra o la lepra, eran directamente recluidos, u obligados a portar un cencerro para alertar a todos sobre su presencia. En síntesis, cualquier enfermedad físicamente evidente era motivo de abandono, burlas o incluso castigos.
Fuente: culturacolectiva.com
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