El emperador que cambió la visión de la homosexualidad en el Imperio romano
Es conocido que en la Antigua Grecia y en el Imperio romano la homosexualidad era una práctica aceptada en el ámbito público. Pero durante el período de restauración del imperio, el emperador Justiniano intentó revivir la antigua grandeza del imperio clásico, impulsando algunos cambios en las costumbres que persiguieron las prácticas homosexuales.
Según el historiador Emilio Del Río “la mayoría de los homosexuales eran bisexuales y se presentaban en público como tales”. Un claro ejemplo es el de Julio Cesar al que le atribuían una vida llena de relaciones con hombres y mujeres. Pero la aceptación de la sexualidad libre fue cambiando con la llegada del cristianismo al poder, donde cualquier expresión de amor homosexual se convirtió en tabú.
Durante ese período el imperio romano entró en una crisis que dividió el territorio en dos partes: el imperio romano de Occidente y el imperio romano de Oriente. Justiniano, emperador cristiano de Oriente, realizó innumerables cambios tanto en el ámbito de la política exterior como adentro de sus fronteras. Impulsando la conquista de territorios perdidos y fomentando la uniformidad religiosa en el imperio.
El código legal impuesto por Justiniano revivió una ley del primer emperador romano que condenaba a muerte a los ciudadanos que practicaban la homosexualidad. Ordenó que todos los hombres que fueran encontrados realizando prácticas homosexuales sean calificados como pederastas y castigados con la castración. “Desde ese momento quienes experimentaban deseo por otros hombres vivieron sumidos en el terror”.