El descendiente de africanos que inventó la parrillada argentina
Antonio Gonzaga fue el primer “influenciador” gastronómico. La historia lo marca como figura formidable en la historia de la cocina de Argentina, chef elegido en la visita de Theodore Roosevelt al país y aclamado teatralmente, tanto que debió extender sus presentaciones varios días por el fenómeno generado.
Comenzó como cocinero en 1891, y no sólo se destacó en la cocina argentina, sino que tenía mucho más para aportar. La vida dentro de los conventillos le propició las típicas preparaciones gauchescas, y su forma de presentarlas en el ámbito porteño como señal distintiva de su estilo culinario.
Sus platos fueron tan sobresalientes que, en 1928, Jacobo Yankelevich lo contactó para editar un libro que se llamó “Recetas de cocina familiar”, una edición de 100 páginas al mínimo costo de 20 centavos, hecho que masificó aún más su estilo de cocina. Luego, en 1931, se editó “El cocinero práctico argentino”, libro que se convertiría en el primer best seller de cocina argentino.
“Popularizó la riñonada (horneada con vino), la criadilla, el chorizo (que él mismo elaboraba), las achuras, que llevó de las mesas rurales a las más distinguidas, y “la carbonada”, según cuenta el chef, escritor y periodista, Manuel Corral Vide, quien además agregó: “Cuando el ya por entonces ex presidente Theodore Roosevelt visitó Argentina en 1913, el menú del Jockey Club estaba preparado por él”.
Fue Gonzaga quien logró que las achuras comenzaran a formar parte de la mesa de los argentinos, ya que, según Corral Vide, “hábilmente, supo introducir valores culturales propios. En este caso, las ‘inmundicias’ borgeanas, convenientemente servidas en esmerados platos sazonadas con salsas de su inventiva y a las que bautizaba con nombres de su inventiva, fueron aceptadas por sus comensales”.
Fuente: infobae.com
Imágenes: Infobae.com