Desentierran y restauran el jardín de los placeres de Calígula
Durante los cuatro años que estuvo al mando del Impero romano, Cayo Julio César Augusto Germánico, más conocido como Calígula, tuvo su escondite favorito en una estancia imperial del placer: los Jardines de Lamiano. El recinto residencial se encontraba en el Esquilino, área cercana a la actual Piazza Vittorio Emanuele II.
Allí, se formaron villas, santuarios y salas de banquetes con distintos paisajes. Esta especie de reserva natural de la Antigüedad, estaba repleta de orquídeas, fuentes, terrazas, una terma adornada con mármoles de colores preciosos y animales exóticos, algunos de los cuales se usaron para juegos circenses privados.
Durante muchos años, los historiadores creyeron que los restos jamás se iban a recuperar. Sin embargo, el Ministerio de Bienes y Actividades Culturales y Turismo de Italia propuso abrir una galería subterránea en el Museo Ninfeo de la Piazza Vittorio, donde se presentaría una sección del jardín imperial que fue desenterrado durante una serie de excavaciones realizadas entre 2006 y 2015.
En las excavaciones, se encontraron varios objetos de valor incalculable, como gemas, monedas, joyas, cerámica, vidrio de camafeo, una máscara teatral, semillas de plantas como toronja, albaricoque y acacia -que habrían sido importadas desde Asia-, y huesos de pavorreales, venados, leones, osos y avestruces.
Los restos estructurales presentados en el museo, junto a los objetos milenarios, pintan un retrato de riqueza, poder y opulencia. Entre las muestras de la Roma antigua se encuentran mosaicos y frescos complejos, una escalera de mármol, capiteles de mármol y caliza de colores, y un prendedor de bronce de la guardia imperial con incrustaciones de oro y nácar.
Fuente: infobae.com (Franz Lidz)
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