Baterías de Bagdad: el misterio de las pilas de 2 mil años de antigüedad
En 1938, el arqueólogo Wilhelm König realizó uno de los descubrimientos más fascinantes y extraños de la historia, mientras realizaba excavaciones en Irak. Allí, en una tumba, encontró unas raras vasijas de arcilla que en su interior tenían una barra de hierro dentro de un cilindro de cobre. Nadie nunca había visto nada similar y la comunidad científica se preguntaba qué eran aquellos artefactos.
Hallazgo revolucionario
El propio König fue el primero en concluir que se trataba de baterías, lo que sería un hallazgo revolucionario pues fueron fechados entre el 248 a. C. y 226 d. C. Pero fue hasta 1969 cuando el ingeniero Willard Gray pudo comprobar esta hipótesis al producir con uno de los artefactos una corriente eléctrica de 1.5 voltios. De este modo quedó demostrado que los antiguos mesopotámicos sabían de electricidad, casi 2 mil años antes de la invención de la primera pila moderna.
Cómo funcionaba
En la actualidad, se cree que las “Baterías de Bagdad” se llenaban con una solución ácida, tal vez vinagre. La barra de hierro actuaba como ánodo, mientras que el cilindro de cobre actuaba como cátodo. Aunque la corriente producida era muy pequeña, se cree que se usaban para aplicar una capa de metal a otro metal, o para realizar antiguos rituales religiosos.