Por qué las estatuas del Antiguo Egipto tienen las narices rotas
Durante varias décadas, las narices rotas de las estatuas del Antiguo Egipto se transformaron en un misterio que los expertos y entusiastas no pudieron resolver. Hay quienes coinciden en la idea de que fue un intento de los colonialistas europeos de borrar las raíces africanas de los egipcios antiguos, mientras que otros aseguran que esta teoría carece de fundamento.
Un poder sobrenatural
La hipótesis con más sustentabilidad se basa en un solo término: iconoclasia, del griego Eikonoklasmos, que significa "ruptura de imágenes". Se trata de la importancia de la destrucción de íconos y otras imágenes o monumentos, con frecuencia por motivos religiosos o políticos. Para los antiguos egipcios, era punto de contacto entre los seres divinos y los terrenales.
Según el curador principal de arte egipcio, clásico y del Antiguo Medio Oriente del Museo de Brooklyn, Edward Bleiberg, se creía que las imágenes podían contener un poder fuera de lo normal. Aquellas estatuas con forma humana podían ser invadidas por un dios o un humano difunto y convertido en un ser divino, y así interactuaban en el mundo material.
Por ende, las mutilaciones tenían la intención de cortar poder y podían hacerse de distintos modos: si querían impedir las ofrendas a los dioses, se quitaba el brazo izquierdo; si buscaban que el dios no los escuchara, le quitaban sus orejas; y si la intención era terminar con las posibilidades de comunicación, separaban la cabeza del cuerpo.
Sin embargo, el método más efectivo para eliminar todo tipo de deseo era quitarles de un golpe seco la nariz, ya que, según explica Bleiberg, "era la fuente del aliento, el aliento de la vida; la forma más fácil de matar al espíritu interior es asfixiarlo quitándole la nariz".
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Fuente: bbc.com (Dalia Ventura)
Imágenes: Istock