Los demonios más terroríficos de la historia
Los demonios han sido históricamente la encarnación del mal y la crueldad en todas las culturas. Aunque muchos de estos hayan perdido presencia y poder, la creencia en deidades demoníacas sigue presente en las sociedades del mundo. Estas son algunas de las figuras milenarias más terroríficas de la historia, según el sitio Cultura Colectiva.
Belfegor
Belfegor representa uno de los siete príncipes del infierno y se lo asocia con orgías y libertinaje. Comenzó como Torá, bajo el nombre “Baal de Peor”, un dios moabita adorado por los israelitas; luego se transformó en Belfegor, un demonio al que le gusta atrapar a posibles víctimas disfrazándose de niña. Belfegor es asociado con el excremento, la lujuria, la pereza y la riqueza.
Oni
Su nombre puede ser pronunciado como “Ki” -"oculto, sobrenatural, feroz, colérico", en japonés- y también se lo conoce como Kijin. Son monstruos humanoides con cuernos que se hallan en muchas historias y mitos japoneses. Suelen ser enemigos de los humanos y generalmente se los describe como villanos traviesos.
Nasu
Nasu es el demonio zoroástrico de la muerte y la decadencia. Se convierte en mosca para instalarse en los cuerpos fallecidos. Nadie puede manejar al difunto por su cuenta, ya que Nasu saldría de la boca del cuerpo, en forma de bicho. No hay forma de limpiar a la víctima, así que se debe depositar en lugar alejado de todos los demás hasta la vejez para luego ser decapitados.
Vetala
Es un diablo-vampiro de la mitología hindú. Se definen como espíritus que habitan muertos y cementerios; poseen cadáveres y evitan su propia descomposición. Estos demonios usan este poder para espantar a los vivos, quienes los pueden llegar a confundir con vampiros.
Abyzou
El demonio femenino, Abyzou, representa un horror para la comunidad judía, ya que es tomada como la responsable de cualquier aborto espontáneo. Ella misma es infértil, por lo que le gusta vengarse matando fetos sólo por envidia.
Moloch
Según la Biblia, Moloch es el “señor de los demonios”, representado como un ente manchado de sangre de sacrificios humanos y de lágrimas de padres afligidos. No solo es considerado un asesino de bebés, sino también como un comensal desordenado y uno de los demonios más aterradores de cualquier texto religioso.
Pazuzu
Pazuzu es considerado un dios demoníaco para los sumerios, que ama la destrucción y tiene un gran poder para dañar. En la película “El exorcista”, Pazuzu es el demonio que posee el personaje de Linda Blair y está asociado con el Satanás cristiano y las fuerzas del mal.
Belcebú
Aunque el rumor sobre los demonios que se obtiene en el cristianismo es bastante escaso en la Biblia, el nombre de Belcebú -“señor de las moscas”- aparece en el texto sagrado unas cuantas veces, en los Evangelios de Mateo y Lucas. Este demonio fue culpado de poseer a cientos de mujeres en Salem.
Paimon
Este rey es uno de los acompañantes más leales de Lucifer. Tiene una forma extrañamente específica de ser conjurado y cuando llega, el conjurador debe soportar una serie de preguntas intensamente personales para calmarlo.
Ahriman
Ahriman es, según los zorastrianos, el jefe final en el nivel demoníaco. Se le atribuye a este demonio la creación de 99.999 enfermedades. La buena noticia es que, eventualmente, un hermano de Ahriman está destinado a recuperar el control y salvar a la humanidad del sufrimiento.
Aka Manah
Aka Manah tiene el poder de controlar todos los males de la mente, como el deseo sexual y la codicia, que distraen a las personas de ser buenas y saludables. A menudo se lo representa controlando a las personas como una marioneta.
Asmodeo
Asmodeo aparece en el Libro de Tobías, un escrito judeocristiano de la Biblia que puede ser canon religioso o apócrifo. Se dice que este demonio es el peor de los demonios, ya que no duda en matar; sin embargo, tiene el “talón de Aquiles” más patético y específico de la historia de los monstruos: no soporta el humo o el vapor. La única manera de vencerlo es propiciando esta condición.
Lady Midday
Es un demonio eslavo que circula entre los agricultores en el campo y suele molestarlos, interrumpiendo su trabajo y haciéndoles preguntas complicadas. Si los campesinos no responden correctamente, les quita la cabeza con una guadaña.
Mara
Este demonio budista es la encarnación del engaño y la deshonestidad. La historia cuenta que Mara trató de evitar que el Buda Siddharta Gautama tome su camino hacia la iluminación. Se dice que Mara envió a sus tres hermosas hijas, las personificaciones de la sed, la pasión y el descontento, a hacer una especie de espectáculo burlesco mágico y tratar de persuadirlo.
Fuente: culturacolectiva.com (Abril Palomino)
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