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La maldición de la momia del Titanic

Una escalofriante leyenda que vincula a una sacerdotisa del Antiguo Egipto con una serie de tragedias históricas, como el hundimiento del Titanic.
Por HISTORY Latinoamérica el 15 de Febrero de 2023 a las 19:00 HS
La maldición de la momia del Titanic-0

Entre la colección de antigüedades egipcias del Museo Británico de Londres existe un pieza muy particular, una cubierta antropomorfa de madera y yeso que antiguamente cubrió a la momia de una mujer, presuntamente una sacerdotisa de Amón Re, y que desde hace mucho tiempo es conocida como la "momia de la mala suerte".

La leyenda comienza

La pieza arqueológica recibió el mote de "maldita", después de que la historia le adjudicara toda una serie de desgracias desatadas sobre sus sucesivos propietarios, comenzando por Thomas Douglas Murray, miembro de un grupo de viajeros ingleses que se instalaron en Tebas entre 1860 y 1870, y que compró la cubierta de la momia a unos saqueadores de tumbas locales.

La pieza arqueológica recibió el mote de "maldita".
La pieza arqueológica recibió el mote de "maldita".

Durante el viaje de regreso, Murray y sus compañeros padecieron toda clase de desastres, como la desaparición de uno de ellos durante una incursión al desierto; el brazo que perdió otro de los integrantes después de que accidentalmente un sirviente le dispara; y, ya de regreso en Inglaterra, graves enfermedades o la repentina ruina económica que algunos padecieron.

La señora Warwick Hunt

Aunque la cubierta de la momia pasó a manos de la señora Warwick Hunt, hermana de una de las víctimas de la presunta maldición, las personas con quien compartía la vivienda sufrieron también la desdicha, por lo que la pieza fue finalmente donada al Museo Británico, en 1889, donde los desastres se trasladaron a los turistas que visitaban.

La pieza fue finalmente donada al Museo Británico, en 1889.
La pieza fue finalmente donada al Museo Británico, en 1889.

Sin embargo, mientras que las personas que visitaban el museo no sufrieron más que caídas, sin mayores consecuencias, la maldición de la momia llevó a la muerte a un fotógrafo que intentó fotografiarla, y también al periodista Bertram Fletcher Robinson, fallecido en 1907, después de padecer un cuadro agudo de fiebre que muchos adjudicaron a su intención de escribir sobre el supuesto maleficio de la momia.

La tragedia del Titanic

Entre las muchas historias en torno a la maldición de la momia, quizá ninguna resulte más extraordinaria que el hundimiento del Titanic, ocurrido el 12 de abril de 1912, historia que trascendió a través del el periodista y espiritista William T. Stead, quien viajaba a bordo del trasatlántico y murió en el naufragio.

Stead se reunió con un grupo de viajeros en el salón de fumadores y durante la charla decidió contar un relato de terror basado en las maldiciones desatadas por la momia maldita, asegurando que la pieza viajaba a bordo del Titanic por un envío que su nuevo propietario, un hombre multimillonario, había realizado.

La leyenda cuenta que la momia maldita viajaba a bordo del Titanic.
La leyenda cuenta que la momia maldita viajaba a bordo del Titanic.

Tras el hundimiento, otra historia comenzó a contarse: que la momia de la mala suerte salió a flote y fue recogida por una compañía de salvamento que la trasladó hasta Estados Unidos. Cuando los responsables de la compañía intentaron devolverla a Londres, el barco que la transportaba, el Empress of Ireland, también naufragó, dejando nuevamente la pieza a flote.

Fuente
eltiempo.com
Créditos Imagen
Istock