Expertos creen que Stonehenge pudo actuar como un gran “cono del silencio”
En la famosa serie El Superagente 86, uno de los gags más celebrados era el del “cono del silencio”, un gran tubo plástico que, en la teoría, impedía a quienes estaban afuera escuchar lo que se dijera dentro. En esta famosa comedia, el cono casi siempre funcionaba mal, pero, según un novedoso estudio, en la vida real podría haber existido un “cono del silencio” que sí funcionaba bien: Stonehenge.
El experimento
Trevor Cox, profesor e investigador de acústica en la Universidad de Salford en Manchester, creó una réplica a escala 1:12 de la configuración más completa de Stonehenge, tal como se veía unos 4 mil años atrás. Cox y su equipo colocaron altavoces alrededor del modelo y reprodujeron las frecuencias que les interesaba medir. Al final de experimento, Cox descubrió que, aunque Stonehenge no tenía techo, ni piso, ni paredes cerradas, el sonido rebotaba entre los huecos de las piedras y permanecía dentro del espacio.
Un lugar exclusivo
Los resultados del experimento de Cox, sugieren que un orador en el medio de las piedras de Stonehenge habría sido escuchado fuerte y claro por las personas dentro del círculo, mientras que los que estaban afuera habrían sido excluidos, como en un “cono del silencio”. El hallazgo de Cox constituye una nueva pista del verdadero propósito de Stonehenge, ya que apunta a que podría haber sido utilizado para rituales reservados solo para unos pocos.