El jerarca nazi escondido en Argentina que donó cámaras de gas para perros callejeros
El 16 de enero de 1948, un hombre de 34 años conocido como Pedro Ricardo Olmo llegó a la Argentina y se presentó como sacerdote. Al poco tiempo, se convirtió en el jefe de compras de la empresa Osram, lo que le permitió llevar una vida normal en Buenos Aires durante muchos años, hasta que el Centro Simon Wiesenthal indicó su verdadero nombre: Walter Kutschmann.
Un capitán nazi
Quien fingía ser un sacerdote era en realidad un capitán SS nazi, responsable del genocidio de miles de judíos en Polonia y de la deportación de civiles franceses hacia los campos de exterminio durante la Segunda Guerra Mundial. Un año antes de la rendición alemana de 1945, Kutschmann utilizó sus vínculos con los fascistas españoles para escapar con éxito.
Una nueva vida en Miramar
Luego de ser revelada su verdadera identidad, el ex oficial nazi fue despedido de su cargo en Osram e indemnizado por 20 años de trabajo. En consecuencia, decidió alejarse de la Capital Federal, y de los cazadores de nazi, para instalarse en una localidad donde pudiera rehacer una nueva vida: Miramar, partido bonaerense de General Alvarado, entre Mar del Plata y Mar del Sud.
Pequeñas cámaras de gas
Allí, junto a su esposa Geralda Baeumler, fundaron y participaron en la Asociación Amigas de los Animales o AAA. Sin embargo, la finalidad de este centro estaba lejos de ser amigable: facilitaban a los centros antirrábicos de los municipios bonaerenses pequeñas cámaras de gas para exterminar perros y gatos callejeros.
El final de su historia
Kutschmann vivió plácidamente allí durante unos largos años, hasta el 14 de noviembre de 1985 cuando fue arrestado por pedido de Interpol de Alemania en Florida, partido de Vicente López, provincia de Buenos Aires. Un año más tarde, el 30 de agosto de 1986, falleció producto de un ataque al corazón en el hospital Fernández, días antes de ser devuelto a su país.