El gran enigma del Titanic: por qué nunca se hallaron restos humanos del naufragio
Uno de los temas más discutidos en torno al trágico naufragio es la ausencia de restos humanos.
Sin cuerpos en el Titanic
Tras la primera incursión al naufragio del Titanic, en septiembre de 1985, exploradores han encontrado una gran cantidad de objetos personales dispersos en el fondo del océano. Sin embargo, no se han encontrado restos humanos en el lugar.
A pesar de las muchas expediciones realizadas a una profundidad de 3.800 metros, incluidas 33 visitas del cineasta James Cameron, los cuerpos humanos no han sido hallados entre los restos del naufragio. "Hemos encontrado ropa y zapatos, lo que indica que hubo un cuerpo allí en algún momento. Pero nunca hemos visto restos humanos", declaró Cameron al New York Times en 2012.
Un sinfín de teorías
La falta de restos humanos ha llevado a diversas teorías sobre su desaparición. Una posibilidad es que los chalecos salvavidas utilizados por muchos pasajeros y tripulantes, aunque no salvaron vidas, podrían haber mantenido los cuerpos flotando tras el naufragio. Se sugiere que una tormenta posterior y las corrientes del océano pudieron haber desplazado los cuerpos lejos del lugar del hundimiento.
Otra explicación más científica se centra en la profundidad en la que yacen los restos del Titanic. Según el explorador submarino Robert Ballard, quien habló con NPR en 2013, a más de 914 metros de profundidad se alcanza lo que se denomina "zona de disolución del carbonato cálcico". Bajo estas condiciones, los huesos, que están compuestos principalmente de este mineral, tienden a disolverse después de que los organismos marinos han descompuesto los tejidos blandos.
Futuras excursiones
Se han programado varias expediciones para seguir explorarando a futuro los restos del Titanic, incluyendo una misión organizada por RMS Titanic Inc. para julio de este año y otra planeada por el magnate inmobiliario Larry Connor para 2026.
Mientras tanto, el lecho marino sigue guardando los secretos del famoso naufragio, junto con una gran cantidad de objetos personales de los pasajeros: botellas de vino, cerámica, zapatos y maletas, que permanecen como testigos mudos de las vidas perdidas en el desastre. En las últimas décadas, se han recuperado más de 5 mil de estos objetos, pero el océano continúa escondiendo muchos más.